EMPATE EN EL CLÁSICO
En un duelo vibrante, Almirante Brown y Morón empataron 2 a 2 en el Nuevo Francisco Urbano. A pesar de no jugar bien, La Fragata dio una muestra de carácter y pudo remontar dos veces el marcador gracias a los goles de Bugallo y Rivero.
El Mirasol llegaba al Clásico del Oeste con el objetivo de ganar para volver a la cima de la tabla, lugar que había perdido tras la sorpresiva derrota ante Güemes en Casanova. Mientras que, en la vereda de enfrente, estaba el Gallo de Fabián Nardozza, último de la tabla, que tenía la imperiosa necesidad de despegar ante su público.
Ante ese marco, se dio un primer tiempo tenso, trabado, con pocos espacios y llegadas de ambos lados. Al equipo de Orfila le afectó mucho la baja de Cachete Acuña. Por eso, durante la primera etapa se vio un Almirante inconexo, un equipo largo en ataque. Ante esa situación, López y Rivero, las dos referencias de área, quedaban aislados y solo se recurría al pelotazo para intentar abastecerlos.
Cuando parecía que el primer tiempo se marchaba sin grandes emociones, un pase errado de Axel Ochoa dio lugar a una contra letal del Gallo que terminaría facturando Brian Orozco para abrir el marcador a los 48'. Un golpe duro para Almirante que se iba al vestuario con la incertidumbre y frustración de no encontrarle la vuelta al partido.
Sin embargo, La Fragata salió al segundo tiempo con más actitud, plantado en campo rival y lograría el empate a los 58'. El autor del gol fue el debutante Tomás Bugallo, que venció al arquero Ayala con un hermoso derechazo a colocar. No obstante, enseguida se vendría otro baldazo de agua fría para el Mirasol, ya que apenas tres minutos más tarde, el lateral izquierdo de Morón, Nicolás Henry, la clavó en un ángulo con un zapatazo descomunal y adelantó otra vez al Gallo en el marcador.
La alegría no le había durado nada al equipo de Orfila que ahora debía remar nuevamente desde atrás. En ese contexto, fue clave para Almirante el ingreso del Gurí García. El capitán aurinegro hizo lo que se le pedía. Tomó la lanza del equipo en el momento más difícil y, en el minuto 80', generó la jugada del empate con un centro preciso para la embestida del Tanque Rivero, que la empujó a la red y silenció el Francisco Urbano con el 2 a 2 definitivo.
Un empate que, si bien no es lo que se había ido a buscar, termina sirviendo por cómo se desarrolló el partido y por el contexto adverso de un clásico de visitante. En la próxima jornada, Almirante quedará libre. Recién volverá al ruedo en la fecha 14, cuando reciba a Defensores de Belgrano en Casanova, con la necesidad de ganar para no perder terreno en la pelea por el liderazgo de la Zona A.
